¡Hola a todos, lectores Mestizos!
En esta
ocasión les traigo una reseña de… ¡PROHIBIDO CREER EN HISTORIAS DE
AMOR! Es un libro precioso, con personajes increíbles, tiene una
historia atrapante y, además, se lee rapidísimo. Y sin más, los invito a
conocer mi opinión completa acerca de esta gran historia de Javier Ruescas.
Título Original: “Prohibido
creer en historias de amor”.
Autor/a: Ruescas, Javier.
Número de páginas: 317.
Editorial: Montena.
Sinopsis: Cuando tienes 17
años y toda tu vida pasa en YouTube, llega un momento en el que ya no sabes
quién eres. Eso es precisamente lo que le sucede a Cali: su familia tiene un
canal con dos millones de seguidores y su novio es l youtuber más conocido del
momento.
Por su parte, Héctor, vive
en una residencia de menores y lucha por averiguar de dónde proviene. Pero el
único recuerdo que conserva de su pasado es una cinta de casete con una canción
que toca siempre en el metro con la esperanza de que algún día alguien la
escuche y la reconozca.
Y ahí es donde se cruzan sus
miradas.
Las vidas de ambos quedarán
entrelazadas para siempre cuando descubran el origen de la canción, el póster
de una película olvidada y un cine abandonado lleno de secretos… Todo sin
romper la única norma que Héctor sigue a rajatabla: está prohibido creer en el
amor.
Llevo esperando por este
libro desde el preciso instante en que su autor, Javier Ruescas, anunció su
publicación. Y fue una espera larguísima. Pero finalmente pude leerlo y, como
era de esperarse, sobre todo sabiendo que Javier es uno de mis escritores
favoritos y a quien admiro plenamente, ¡el libro me fascinó por completo!
Siempre tengo algo que criticarle a los libros, sobre
todo si pertenecen al género contemporáneo y hay una historia de amor juvenil
de por medio. Es como que, particularmente esa clase de historias, nunca son
suficientes para mi ojo crítico de lectora vieja (I don’t even know qué
digo). Pero con “Prohibido Creer en Historias de Amor” me saco el sombrero y aplaudo a Javier de pie.
Leer esta historia es un
sinónimo de entrar en un mar
de sensaciones. Había momentos en los que me metía en la piel de la
protagonista y me sentía fatal, otros en los que simplemente no podía sentirme
más contenta, e inclusive llegué a enojarme con algunos personajes. Durante toda la lectura sentí que fui
parte de la historia. Me identifiqué con Cali, Héctor, Gerad,
los padres de Cali, ¡conseguí estar en la piel de cada uno de ellos! Y ustedes
díganme, ¿cuántos son los autores que consiguen que aquella increíble y mágica
experiencia sea posible? Muy pocos y, afortunadamente, Javier Ruescas está
dentro de esa minoría.
Hay muchísimos tópicos que
me volvieron loca y que no puedo creer lo bien que Javier los desarrolló. Entre
ellos están:
1)
La vida del Youtuber:
Es
muy normal que la gente cree juicios falsos acerca de quienes suben vídeos a
YouTube, por eso es “natural” escuchar comentarios tales como: “subir vídeos es una pavada”, “ser youtuber
no es un trabajo de verdad”. Y no se
imaginan cuánto se equivocan.
En “Prohibido creer en
historias de amor”, Javier nos muestra desde cerca cómo es la vida de una
familia que se dedica a compartir vídeos en YouTube. Y, claramente, la vida
familiar no es de color de rosas. El ser youtuber es una tarea
dificilísima, sobre todo porque cuenta con una inmensa presión por
parte de la sociedad (el consumidor) y quien se encarga de patrocinarlo. El
individuo queda sometido a un inmenso grado de estrés, debido a que se tiene
que elegir un contenido para el canal y las grabaciones no son sencillas, y
también porque el decidir convertirse en una figura pública implica muchísimas
responsabilidades y privaciones.
Como vemos en el caso de la
familia de Cali, el futuro de su canal está a merced de los suscriptores y
seguidores. A partir de que abren el canal, su vida personal se convierte en un
diario abierto para todo público. ¡Y mucho cuidado con hacer algo indebido, ya
sea en el vía pública como en las redes, porque el mundo del individuo se le
puede caer encima en un abrir y cerrar de ojos!
En esta historia, Javier nos enseña el detrás de escena de todas esas personas que viven de sus
vídeos de YouTube. Y uno, quien quizás pensaba que ser youtuber era
una tarea sencilla, acaba dándose cuenta de la horrible realidad a la que deben
enfrentarse. Y me parece importantísimo hablar de esto y que lo destaquemos
como un logro del autor, porque
confío en que a partir de este libro muchos van a empezar a ver las cosas de
otro color y a valorar más sus trabajos en las redes. El youtuber no
tiene las cosas sencillas; su vida es estresante y cuenta con un sinfín de
responsabilidades. El youtuber no tiene vida privada y, en los peores casos,
terminan pagándola las personas de sus círculos cercanos. El ser youtuber es un
trabajo como cualquier otro, poco convencional, pero lo es; y hasta
me atrevo a decir que no muchos están capacitados para semejantes dificultades.
2)
La oveja negra: ¡Cuántos
adolescentes pasan por una etapa en la que no sienten que encajan en su familia!
Creo que inclusive yo misma llegué a sentirme así en determinado punto. Y
Javier lo trata a fondo, ni más ni menos, que metiéndonos en la piel de Cali, la protagonista, quien no se
siente cómoda con la idea de tener una cámara persiguiéndola hasta en su propia
casa.
El hecho de sentir que no
encajan es realmente agobiante. Uno cree que es una decepción para sus padres y
se plantea millones de veces por qué no puede ser cómo todos
esperan que sea. ¡Y eso está mal! Todos nosotros somos
dueños de escribir nuestras propias historias, así que bajo ningún término hay
que permitirle a otro que nos limite y nos impida demostrarle al mundo todo lo
que tenemos para enseñarle. Más o menos así es el mensaje que trata
de darnos Javier, presentándonos a una protagonista que se da cuenta que
solamente está siendo infeliz al querer hacer feliz a otros y que, en realidad,
tiene que ponerse en marcha para hacerse feliz a sí misma. Y eso va
construyéndose de a poco, a medida que Cali descubre quién es y qué quiere
hacer con su vida, algo que es difícil de alcanzar desde que la fama llegó a
sus pies.
3)
El cine:
Es
impresionante la gran
apreciación que hay por el cine en este libro. Y a mí me parece
espectacular. Aunque se trate del séptimo arte, se lo tiene un poco descuidado.
Con la introducción de las nuevas tecnologías, las personas desistieron de la
idea de ir al cine, acomodarse en las butacas y disfrutar de las imágenes en la
pantalla grande.
Pero Javier nos hace ver este mundo desde una perspectiva mágica,
enseñándonos las particularidades de las antiguas salas de cine y mostrándonos
que un insignificante proyector y una cinta, pueden significar el mundo para
otras personas. A mí, en lo personal, me encantó la
importancia que le dio al cine y creo que es un aspecto del libro que disfruté
muchísimo, sobre todo porque éste sitio termina convirtiéndose en un refugio
para los personajes y guarda en él las esperanzas de Héctor.
Los personajes
me fascinaron. Si bien hay algunos con los que no congenié mucho, me parece que todos fueron esenciales
en la construcción de la historia y que no sólo eran simples personajes
principales, sino que también tenían algo que contar y aportar en la historia.
Cali, la protagonista, es una
chica de 17 años que ya no puede soportar que su vida y la de su familia estén
colgadas en las redes. Lo que me pasa con Cali es que, en algunos aspectos, me identifico muchísimo con ella.
Admiro su pasión por el arte (sobre todo la escritura) y
el modo en que se propone dejar de ocultarle al mundo lo que en realidad es.
Este último aspecto viene con una inmensa evolución, debido a que la Cali de las primeras páginas no es ni
un poquito parecida a la del final; y eso me parece hermoso, porque
finalmente encuentra su rumbo en la vida y deja de esconderse detrás de su
familia. Además, me enternece el modo en que se las arregla para que Héctor
conozca más acerca de su pasado, sobre todo teniendo en cuenta que su relación
empezó con el pie izquierdo y que continuó así durante un tiempo.
Héctor, el chico que se
esmera en no romper su regla acerca de no creer en historias de amor, tiene actualmente una parte de mi corazón (no todo, obvio, porque Leo Valdez ocupa gran parte). Me
parece un personaje interesantísimo y muy misterioso, pero con muchísimo para contar. Lo que
lo hace especial es que, aunque Cali sea la protagonista, quien está ligado
directamente con el cine es él y su historia es la que los arrastra a todos
allí. En Héctor también tengo que destacar que presenta una gran evolución, sobre todo porque arranca la
historia con un muro de protección construido alrededor de él, y de a poco va
permitiendo que las personas quiten los ladrillos y empiecen a formar parte de
su vida. Pero lo más interesante en él es su historia de vida, lo cual
no es ningún invento raro, porque hay muchos adolescentes pasando por lo mismo
en el mundo. Es increíble lo
decidido que está para encontrar su verdadera identidad y la pasión que pone en
aquel cine, un lugar que, sin siquiera tener idea, era más suyo de lo que se
imaginaba.
Tesa y Silas,
amigos de Cali y Héctor, son pilares importantísimos en la vida de ambos
personajes. Con respecto a Cali, ambos se presentan como los amigos incondicionales,
aquellos que están para su amiga sin importar qué pase o qué hora sea. Silas cumple la función de “amigo aconsejador”, aquel que siempre trae a Cali
a la realidad. Y Tesa, por su parte, es más bien la “amiga protectora”; no queda
ninguna duda que tiene una personalidad imponente y que, si alguien tiene
pensado meterse con ella o con su círculo íntimo, tiene que pensarlo dos veces.
Y en cuanto a su relación con Héctor, ambos personajes van metiéndose de a poco
en su vida, ganándose su confianza y, al igual que Cali, se comprometen muchísimo en ayudar a
Héctor a descubrir por qué esa canción y ese cine están ligados a él.
No tengo mucho para decir de
Gerad, sobre todo porque es un personaje con el que no
congenié mucho, pero si voy a destacar que admiro mucho su valentía.
Quizás pueda parecer todo lo contrario, pero a medida que van pasando las
páginas, uno llega a entender por qué hace todo lo que hace y a mí me parece impresionante porque,
tratándose de una figura pública, ocultar un secreto como el suyo debe ser
realmente agobiante (pude haberlos spoileado, pero soy
buena persona, guys)
Otra cosa que me fascina
acerca de este libro es la fluidez que tiene Javier a la
hora de narrar. Tiene alrededor de unos cincuenta y nueve capítulos,
pero son cortos,
constantemente están pasando cosas y, sin darse cuenta, las páginas vuelan
solas. Yo lo leí en un día, y créanme que no podía despegar mi vista de
la lectura. Es una historia muy atrapante y con una lectura dinámica,
lo cual es un gran logro por parte del autor.
Resumiendo,
no me queda otra cosa que decir: ¡corran a leerlo! Se los
recomiendo al cien por ciento. Y les aseguro que van a reír, llorar, se van a
sentir identificados con los personajes y van a meterse en la piel de cada uno
de ellos. Y sobre todo, van a
romper las barreras y dejar de prohibirse
creer en historias de amor.
Puntuación:
5/5 estrellas.
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