¡Hola a todos, lectores Mestizos!
En esta
oportunidad les traigo una reseña de una lectura bastante inesperada para mí:
“La distancia entre tú y yo”. Y digo “inesperada”, simplemente porque pertenece
a un género que no acostumbro a leer seguido y, en muchos casos, no lo hago
porque considero “estúpidas” a ese tipo de historias. Pero créanme que me pasó
todo lo contrario con este libro.
Y sin más,
¡empecemos!
Título Original: “The Distance Between Us”
Autor/a: West, Kasie.
Editorial: SUMA
Número de páginas: 214 (e-book)
Sinopsis: “Sus ojos son tan intensos que quiero
apartar la mirada… o no apartarla jamás; no soy capaz de decidirlo”.
Caymen Meyers aprendió de muy
pequeña que no se puede confiar en la gente rica. Y después de años
estudiándolos detrás de la caja registradora de la tienda de muñecas de su
madre, nada le demuestra lo contrario.
Un día Xander Spence entra en
la tienda. Es alto, guapo y extremadamente rico. A pesar de su encanto y el
hecho de que parezca ser la única persona que la comprende, Caymen sabe que su
interés por ella no va a durar. Porque esa es precisamente una de las cosas que
aprendió de su madre: la atención de los ricos se desvanece rápidamente.
Pero justo cuando la lealtad y
el afecto de Xander están a punto de convencerla de que ser rico no es un
defecto, Caymen se da cuenta de que el dinero jugaba un papel mucho más
importante en su relación de lo que pensaba. Con tantos obstáculos en su
camino, ¿serán capaces de recorrer la distancia que los separa?
Como había mencionado en la
introducción, no acostumbro a leer contemporáneos
con un altísimo grado de amor adolescente, mucho menos si esas historias no son
otra cosa que un cliché.
Y “La distancia entre tú y yo” no
es ninguna excepción en cuanto a la simpleza de su trama pero,
sorprendentemente, causó otra clase de efecto en mí.
En este libro se nos
presenta la historia de una chica de clase baja, quien empieza a sentir algo
por un chico extremadamente rico. ¿Muy visto, cierto? Cuando leí la sinopsis,
donde precisamente se muestra este aspecto como conflicto principal del libro, dudé por un segundo en darle una oportunidad; no
porque no quiera o tenga los prejuicios fuertemente instalados en mí,
simplemente me conozco bien y sé que no disfruto de historias tan simples, con
desenlaces previsibles y finales totalmente anunciados.
Me equivoqué.
Para empezar, la protagonista no es como el resto. Bajo mi punto
de vista, Caymen
no sueña con una vida de princesa, todo lo contrario; conoce
cuál es su lugar en la sociedad e inclusive decide desistir de la idea
de comenzar de inmediato sus estudios universitarios al finalizar la
preparatoria. Aquello es algo importante, porque en todas estas historias
repetidas las protagonistas sueñan con todo aquello que no tienen. Pero Caymen no es
así, ella tiene los pies sobre la tierra, lo cual es algo que la
hace destacarse de muchos otros personajes de historias clichés.
En segundo lugar, Xander,
el protagonista, tampoco es el típico “niño rico”. Comencemos
por el hecho de que no es engreído, no alardea de a fortuna que tiene, no tiene
intensiones de continuar con el gran negocio familiar y en ningún momento
muestra disgusto por el status social de Caymen; pasa exactamente lo contrario.
Me gusta este dúo porque,
aunque ambos vengan de mundos totalmente distintos, se
complementan a la perfección. Xander, por su lado, le
hace ver a Caymen que la vida de la
gente rica no es como su madre le dijo; él no es así, no está ni
siquiera un poco cerca. Y Caymen le enseña
lo linda y simple que puede ser la vida, lo cual es algo que no puede
obtenerse con dinero.
Además de Xander y Caymen,
hay otros personajes en la historia. Sin embargo, no creo que hayan aportado
mucho, debido a que todo siempre giraba en torno a ellos dos. Quien quizás tuvo
un poco más de protagonismo es la madre de Caymen, quien es la persona que más odio y resentimiento siente por las personas
adineradas, y es aquella que le da un giro inesperado a la trama; creo
que voy a hacerles spoilers si me
explayo, pero la madre de Caymen es mucho más que una mujer que odia a la gente
rica. Tiene un secreto. Uno inmenso. Y creo
que eso fue lo que hizo que esta
historia sea diferente.
En la sinopsis se puede
aparentar que la historia es un auténtico cliché, una historia vacía y
monótona. Pero eso no es del todo cierto. Sí, se sigue el patrón de “Chica
pobre, chico rico. Amor prohibido”, pero es diferente. Aunque
hay amor de por medio, la historia no gira específicamente en torno a esto.
Ambos personajes principales están en busca de sus
identidades, de quienes quieren ser en el futuro y, a medida que se
ayudan mutuamente con eso, empieza a construirse un lazo amistoso que de a poco
los lleva a enamorarse. Si vemos al resto de las historias clichés, todas
tienen una historia de amor inmediata, un “amor a primera vista”. Y me alegra que acá no
pase eso; tienen que pasar muchísimas cosas para que Xander y Caymen empiecen a
gestar sentimientos de amor.
Otra cosa que me gustó del
libro son los conflictos
familiares. Y no, no lo digo porque disfrute de esas situaciones,
pero esta clase de contemporáneos amorosos tienden
a mostrar realidades perfectas. Y no es
así. Caymen vive
solamente con su mamá y tienen una tienda de muñecas de porcelana, aunque no
les va muy bien con ello. Ella no conoce a su papá y, por ciertos motivos, su
mamá está alejada de sus padres, por lo que tiene una familia realmente
reducida. Xander,
por su lado, a pesar del dinero, no tiene buena
relación con su padre, sobre todo porque es quien lo presiona a ser
alguien que no quiere (o al menos eso es lo que piensa él). En ambos casos, no viven realidades perfectas y tienen conflictos
familiares, sin importar que ambos provengan de diferentes clases sociales.
También tengo que decir que la lectura fue rapidísima. Si bien no pasan cosas
sorprendentes todo el tiempo o no hay plot
twist que les desencajen la mandíbula a los lectores, fue una lectura muy fresca y dinámica. La
escritora maneja un vocabulario sencillo, fácil de
leer y eso genera que todo se desarrolle más rápido y de forma liviana.
Hay algo que quiero
destacar: el
humor sarcástico de Caymen. Les aseguro que me la pasé riéndome
durante toda la lectura y todo fue mérito de Caymen. Soltaba
comentarios sarcásticos en todo momento, sobre todo en los más
indicados, y eran tan acertados y divertidos
que no podía evitar reírme a carcajadas. Ese aspecto en su personalidad le dio
un plus grandísimo a la historia.
Además, también me gustaría
destacar otra cosa: cómo la autora rompe con cualquier
tipo de prejuicio. En este caso, rompe con la idea de que la gente
adinerada es desconsiderada, engreída, egocéntrica y cruel, y decide hacerlo
nada más y nada menos que presentándonos a Xander, el joven
más atento, dulce, comprensivo y simpático que puede existir. Kasie West
deja clarísimo que todos somos iguales, más allá de nuestro poder adquisitivo y
que esa idea de “rico = maldad” no es más que una estupidez. Al mismo tiempo,
quizás de forma inconsciente, me hizo romper a mí
con mis propios prejuicios. Esto lo mencioné millones de veces a lo
largo de la reseña, pero voy a hacerlo una vez más: es
un cliché, no se lo puede negar, pero es diferente; no se acercó ni un poco a
la historia que
juzgué sin conocer. Y felicito a la autora por haber impactado de ese modo en mi parte crítica.
juzgué sin conocer. Y felicito a la autora por haber impactado de ese modo en mi parte crítica.
Finalmente, voy a hablar
brevemente sobre el final. A mí parecer, fue
sorprendente. En las últimas páginas hay un gran plot twist, el cual es inesperadísimo para cualquier lector y yo lo disfruté
muchísimo. Bueno, en realidad no, porque fue tan
inesperado que me costó procesarlo, pero después quedé muy a gusto con
el mismo. Y me pareció apropiado (no voy a spoilearlos, pero realmente es un
buen final).
Frases que me gustaron: “Porque esa es mi vida: gritar sin producir ningún sonido”.
- “Los sentimientos pueden
ser lo más costoso del universo”.
En fin, si
son de la clase de lectores que no disfrutan de este tipo de contemporáneos (al
igual que yo), realmente les aseguro que si le dan una oportunidad, no van a arrepentirse.
Y si son de leer frecuentemente este tipo de historias, sin duda les va a
encantar. “La distancia entre tú y yo” es una historia de amor divertida, con
grandes personajes y deja mensajes interesantes. ¿Qué están esperando para
leerlo y romper la distancia que les impide introducirse en la historia de amor
de Xander y Caymen?
Puntuación:
3/5 estrellas.
¡Nos
vemos en la próxima!
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